Ganar dinero, y como ganarlo.
Hay distintas clases de soñadores.
Anoche visité un lugar de apuestas estilo Las Vegas, es un lugar donde existen maquinas tragamonedas y una sala de Bingo grandísima. Este lugar no es un salón de Las Vegas ni mucho menos, ya que se encuentra ubicada a muchos kilómetros en una ciudad del norte de México, sin embargo realmente me sorprendió la cantidad de gente que había.
En ese lugar había esa noche mínimo dos mil personas las cuales frenéticamente y sin querer despegarse del asiento apretaban el botón de cada máquina. A ese lugar acudí porque recientemente fue inaugurado en mi localidad y quise saber como era, sin embargo concluí que no era un lugar donde desee estar o invertir mi tiempo y mi dinero.
Mayor fue mi sorpresa al ir a ese lugar y encontrar señores y señores de edad mayor (50, 60 años o más). Yo consideraba que en ese lugar encontraría muchos jóvenes y no, no es así; más bien encontré señoras de edad mayor y lo más sorprendente es que parecen representar todos los estratos sociales.
Esta experiencia me permitió concluir que existen muchos tipos de soñadores. Conocemos aquellos que deciden desarrollar una empresa con presencia física, otros que deciden desarrollar una empresa basada en las nuevas tecnologías como el Internet, lo cual no termina de convencer debido a que no toda la gente tiene acceso a él o no sabe como puede sacar provecho y por lo mismo genera escepticismo.
Cuando estudié estadística en el bachillerato aprendí que hay una ley de las probabilidades que te dice que existe un número finito pero inmenso de combinaciones de tres o cuatro series de números por lo tanto la probabilidad de que la suerte te sonría en una sola noche de jugar ante una máquina es muy elusiva.
Como conclusión te puedo decir que algunas personas buscamos un empleo y trabajamos de manera mediocre, otros con excelencia y triunfamos. Otra clase de personas desarrolla su propia empresa con gran esfuerzo. Sin embargo, por mi parte he decidido darme la oportunidad de desarrollar una empresa propia en Internet y buscar mi lugar en ese espacio y no esperar a tener 50, 60 o mas años para ocupar un espacio buscando que la suerte me sonría cuando todas las probabilidades estén en mi contra por no haber previsto.
Roberto Pérez
Anoche visité un lugar de apuestas estilo Las Vegas, es un lugar donde existen maquinas tragamonedas y una sala de Bingo grandísima. Este lugar no es un salón de Las Vegas ni mucho menos, ya que se encuentra ubicada a muchos kilómetros en una ciudad del norte de México, sin embargo realmente me sorprendió la cantidad de gente que había.
En ese lugar había esa noche mínimo dos mil personas las cuales frenéticamente y sin querer despegarse del asiento apretaban el botón de cada máquina. A ese lugar acudí porque recientemente fue inaugurado en mi localidad y quise saber como era, sin embargo concluí que no era un lugar donde desee estar o invertir mi tiempo y mi dinero.
Mayor fue mi sorpresa al ir a ese lugar y encontrar señores y señores de edad mayor (50, 60 años o más). Yo consideraba que en ese lugar encontraría muchos jóvenes y no, no es así; más bien encontré señoras de edad mayor y lo más sorprendente es que parecen representar todos los estratos sociales.
Esta experiencia me permitió concluir que existen muchos tipos de soñadores. Conocemos aquellos que deciden desarrollar una empresa con presencia física, otros que deciden desarrollar una empresa basada en las nuevas tecnologías como el Internet, lo cual no termina de convencer debido a que no toda la gente tiene acceso a él o no sabe como puede sacar provecho y por lo mismo genera escepticismo.
Cuando estudié estadística en el bachillerato aprendí que hay una ley de las probabilidades que te dice que existe un número finito pero inmenso de combinaciones de tres o cuatro series de números por lo tanto la probabilidad de que la suerte te sonría en una sola noche de jugar ante una máquina es muy elusiva.
Como conclusión te puedo decir que algunas personas buscamos un empleo y trabajamos de manera mediocre, otros con excelencia y triunfamos. Otra clase de personas desarrolla su propia empresa con gran esfuerzo. Sin embargo, por mi parte he decidido darme la oportunidad de desarrollar una empresa propia en Internet y buscar mi lugar en ese espacio y no esperar a tener 50, 60 o mas años para ocupar un espacio buscando que la suerte me sonría cuando todas las probabilidades estén en mi contra por no haber previsto.
Roberto Pérez
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